CONSERVACIÓN DE LA HISTORIA EN LOS PUEBLOS
Las estructuras históricas agregan belleza y ambiente a
las ciudades y a los pueblos a través del mundo. El paso del tiempo, aire, luz,
agua, humedad, la contaminación, el mal trato y el vandalismo, son algunos de los
elementos externos que contribuyen al proceso de degradación y alteración
estética de los bienes culturales. Así la tendencia a degradarse de la mayoría
de los materiales es un proceso natural que debe de reconocerse como inevitable.
A partir de este hecho, los restauradores se enfrentan con la necesidad de detener este proceso de degradación, de aquí la importancia de que el restaurador conozca las nuevas tecnologías y los distintos materiales de protección de estos bienes tanto antiguos como actuales y sus consecuencias sobre estos, antes de realizar cualquier restauración.
Los edificios antiguos permiten al ser humano reconocerse en la historia y entender su presente. es decir, los identifican como individuos pertenecientes a un conjunto mayor con rasgos comunes.
La conservación es la disciplina que se encarga de detener el deterioro que sufre una obra considerada como patrimonio cultural pudiendo ser arqueológica, histórica o artística y de resolver, hasta cierto grado, las alteraciones que han dañado el original como producto de la acción de diversos agentes ajenos a la obra.
Gracias a todo esto la hacienda de Guaracha se ha conservado para el beneficio de la comunidad estudiantil de cualquier parte que tenga acceso a ingresar a ella.
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