LOS
PRIMEROS POBLADORES.
ANTECEDENTES: En
los albores del pueblo tarasco un grupo de la familia Tékecha, empujados por
razones de sobrevivencia, emigró desde su núcleo, original ubicado en las
riberas del Lago de Chapala, caminaron hacia el rumbo donde sale el sol, pero
por conveniencias circunstanciales se fueron
arrimando a las faldas de los cerros de Pomoacuaran en sus
cordilleras hallaron descansó y abrigo y
al mismo tiempo caza para su alimentación.
De esta manera solicitaron
al señorío de Pomoacuaran permiso para establecerse, temporalmente,
ofreciéndoles a cambio respeto. Para la cual accedieron a darles el permiso
temporal, el sitio que les otorgaron a los primeros pobladores fue un sitio
rocoso, cubierto e pinares y carente en absoluto de agua así como las tierras
susceptibles de cultivarse, aun así estos fueron advertidos por el cacique de
aquel entonces del lugar que se les estaba otorgando en que condiciones se
encontraba. Aun así se les dijo que solo les podían dar asilo temporal.
Aprovechando su
permiso estos comenzaron por poner todas sus fuerzas en arar la tierra en si
buscaron sus propias alternativas para sobrevivir, comenzaron a fabricar
herramientas de madera como fueron; utensilios para el hogar, cucharas, bateas,
bancos, huacales, malacates para hilar, etc. Empezaron a trabajar alagunas
fibras de obtenidas de plantas silvestres etc. Así mismo ellos fueron
abriéndose paso a su propia sobrevivencia, el problema radicaba en el agua, lo
cual llevo a que las mujeres se fueran
en su búsqueda a sitios bastante alejados pues estas cargaban sus cantaros muy
de madrugada y entrada la noche apenas iban llegando con ella. Lo cual las
llevo a conocer lo que hoy es Paracho
pues aquí encontraron agua, para lo cual en otro tema abarcaré, y que es uno de
los relatos más importantes que surgen a raíz de este descubrimiento.
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