ERECCIÓN DE LA PARROQUIA LA LOMA, JAL.
Con la promoción para la erección
de la nueva diócesis de Colima en 1878, se entró en conflicto por los límites
ya que Zipoco, Petacala, el Carrizo y otras comunidades eran atendidas desde
los principios de la evangelización por Peribán y ahora eran reclamados por
Colima, la que en su erección decía a la letra, “Comprenderá éste Estado
(Colima) y el sur de Jalisco; por lo que Peribán cederá estas comunidades ante
la exigencia del Sr. Ob. Dn. Francisco Vargas y Gutiérrez (1883-1888).
Ante la visita pastoral que
realizó el Sr. Ob. Atenógenes Silva y Álvarez (1892-1900) decidió la erección
de la Vicaría Fija de La Loma, Jal. Y puso como patrono de la misma al Sagrado
Corazón de Jesús (una devoción muy difundida durante esta época en todo el
mundo católico). La sede parroquial la estuvo peleando Zipoco, que con tal de
que la sede fuera en esta comunidad, ofrecieron diez años de sueldo para el
sacerdote pagados por anticipado, sin embargo el Sr. Obispo optó por La Loma
por ser un lugar más céntrico.
Para la atención de la comunidad
(Vicaría Misión) nombra al Pbro. Dr. Dn. Jesús Gómez y al Pbro. Lic. Dn.
Santiago Martínez, ambos desempeñaban su trabajo en la Mitra de Colima pero se
turnaban cada seis meses. Estos sacerdotes hicieron el templo y su torre.
El Pbro. Silvestre Barajas
atendió la comunidad de 1904 a 1931 a él le tocaron los dos grandes eventos
revolucionarios. Durante la época de “La Revolución” hubo algunos maderistas y
carrancistas en la región, al grado de que el Padre tuvo que cambiar la Sede a
Petacala por cinco años. Durante la época de la “Revolución Cristera” él tuvo
que refugiarse en las comunidades, sin embargo no dejó de atender a la comunidad.
El Pbro. Octaviano Marín le
sucedió de 1931 a 1938, pero sería el Pbro. José María Esparza quien creo la “Acción
Católica” en todas sus ramas, enfervorizando la fe del pueblo e impulsando la
evangelización y la catequesis. El último sacerdote que atendió a esta
comunidad desde Colima fue el Pbro. José Navarro.
Con la creación del obispado de
Apatzingán, el primer sacerdote de nuestra diócesis que atendió a esta comunidad
fue el Pbro. Juan Arredondo.
En 1967 el Gral. Lázaro Cárdenas
que tenía como plan el reparto de tierras designó al padre Tene para que
realizara la expropiación y repartición de tierras. Los hacendados para
defenderse se remitieron al Sr. Obispo de Colima, para poner freno al padre
Tene, pero no hizo caso y continuó la repartición de tierras a pesar de la
amenaza de muerte, por lo que tuvo que salir de la comunidad, pero con la
población hace una especie de “levantamiento frío” (paz tensa) para defender lo
ya dado (1962-1963), pero el Sr. Obispo decide su traslado.
Y es enviado el Pbro. Rafael
Galindo al que la comunidad le exige tome una posición frente a la repartición
de tierras: “ a favor o en contra”, a lo que él afirma: “Soy de Cristo y vengo
a propagar el Evangelio no a repartir tierras”, por lo que no es aceptado en la
comunidad, así que lo envían a Los Tazumbos y dese ahí atiende la comunidad de “La
Loma”.
En el año de 1986 el P. Rubén fue
nombrado para esta comunidad y vuelve la sede nuevamente a La Loma, donde
termina la construcción del templo, el curato y ha puesto todo su empeño en embellecer su
terruño, además de las capillas de los ranchos, así mismo de la evangelización,
y la catequesis. Actualmente cuenta con la valiosísima colaboración del Pbro.
Andrés Larios Chávez.
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