Sistema de Información y Gestión Educativa.
Es lógico que para llevar a cabo una reforma de tal magnitud el gobierno mexicano debió contar con un diagnóstico previo de la situación actual de las escuelas en el país, tanto públicas como particulares.
Para tal fin, y ya con la reforma aprobada, en estas fechas se ha promovido un censo que llevará a cabo el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en el cual se pretende recabar información tanto de los alumnos, personal que labora en la institución así como de las infraestructura y su situación actual.
Esto como parte del Sistema de Información y Gestión Educativa que sería anunciado por el secretario de educación Emilio Chuayffet, junto con el director del INEGI, Eduardo Sojo y que esta previsto a realizarse durante los meses de septiembre a noviembre con la intención de presentar resultados en diciembre del mismo año.
Contará con el apoyo de alrededor de 17500 personas contratadas exprofeso para el levantamiento del mismo, el censo proveerá la información correspondiente a la infraestructura educativa, los servicios con los que cuenta, el equipamiento y condiciones de los inmuebles, la ubicación geográfica de los centros educativos, los años de servicio de los docentes, las plazas existentes, los grados y grupos de cada escuela, las materias que se imparten en las instalaciones, la preparación y capacitación de los docentes, las condiciones de cada estudiante y los apoyos que recibe y si éste habla alguna lengua indígena y/o extranjera. Simultáneamente, se realizará una encuesta a directores y supervisores.
A decir de los sectores que se oponen a la reforma en materia de educación, la realización del censo trae graves consecuencias para los trabajadores de la educación, ya que su fin no es meramente informativo, sino que se pretende a través del mismo realizar acciones en contra del personal que labora en las instuticiones.
Por ejemplo, maestros pertenecientes a corrientes de las llamadas disidentes, entre ellas la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación), el censo pretende "crear un control férreo de los trabajadores para impedir que se opongan a la Reforma Educativa y a la vez identificar a todos aquellos que forman parte de las corrientes disidentes para así tomar acciones administrativas en contra de los mismos".
Los profesores denunciaron que el censo de escuelas, maestros y alumnos, que levanta dicho instituto, sólo pretende tener un “control” de los trabajadores de la educación, pero no solucionará las necesidades ni mejorará las instalaciones de los planteles.
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