La mayoría de edificios públicos que surgieron durante las últimas décadas en el S.XIX y la primera centuria del siglo XX, se construyeron con la aportación económica de ciudadanos. Muchos se organizaron en torno a un patronato o comité, que era el encargado de dirigir la obra, pero también captar fondos, mediante colectas y organización de eventos (bailables, festivales, quermeses, corridas de toros). Así surgieron el Teatro Juárez, el Panteón Municipal, el Templo Evangélico, el Palacio Municipal, el hospital civil “Dr. Emilio García” y otros que han aportado grandes beneficios. en todos los edificios se conjugaban el esfuerzo cívico de los zitacuarenses. Al paso del tiempo estos inmuebles se convirtieron en atracción de propios y extraños. En 1526, los franciscanos le dan el nombre de San Juan Bautista a la incipiente población, que, posteriormente, recibiría el nombre de San Juan Zitácuaro. Esta denominación conjuga el nombre prehispánico, que ya tenía, y el colonial, impuesto por los españoles.
En el caso de la Iglesia de los Remedios, el edificio fue construido cuatro veces por los religiosos franciscanos. En 1526 se levantó con adobe en 1543 se redifico con cal y canto, y se construye también un convento que abarcaba casi toda la cuadra. En la inauguración Fray Pedro de Armas la bendijo y celebro la primera misa. En 1748 se empezó a redificar se empezó a reedificar por cuarta vez donde destaco Fray Felipe Velasco, guardián del convento. En 1755 se concluyó la obra pero la torre quedo solo con el primer cuerpo. El 21 de junio de 1944 el Sr. D Luis Cerda. En medio del desbordante júbilo de todo un pueblo, bendijo solemnemente la torre que, como símbolo de fe y amor de los buenos hijos de Zitácuaro, se levanta airosa, implorando con su cruz las bendiciones del cielo para nuestra ciudad.
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