CATEDRAL NUESTRA
SEÑORA DE LA ASUNCIÓN (APATZINGÁN)
“NUESTRA HISTORIA,
QUINTA PARTE”
El Pbro. Mandujano,
para la construcción del nuevo edificio, se basó en dos modelos, el primero fue
la catedral metropolitana, de la que se sacaron las medidas, (recordemos que
tenía en mente que el nuevo edificio albergaría a una catedral), y el antiguo
templo franciscano, que era dominado por una torre, (para ello se ayudó de los
hermanos Lemus de Morelia, uno era el arquitecto y el otro maquetista), sólo
que se encontró con una gran dificultad, el terreno de la escuela no alcanzaba
para el proyecto que deseaba realizar, (templo y oficinas), por ello recurre a sus
vecinos que hacen una generosa donación, don Vidal Mendoza le regaló el terreno
donde hoy se alberga el edificio del salón anexo y la Srita. Trina Sánchez, le
regaló lo que hoy es la entrada a la cochera, hasta el fondo.
Así comenzó la
construcción en la esquina del templo que está entre la calle Esteban Vaca
Calderón, y la cochera de acceso. Para ello invitó Mandujano a todos los
feligreses a que con él pusieran la “piedra angular”, al acto asistió mucha
gente, e inmediatamente después de la bendición, pidió que se arrojaran objetos
de valor para lo que se llamó el “tesoro del templo”, comenzando a arrojar
monedas de plata y la gente con mucho fervor arrojó, anillos, aretes y otras
alhajas que se revolvieron con el cemento, de este modo dio inicio la obra.
El Sr. Cura Eleuterio
Mandujano, después de haber prestado sus servicios en esta parroquia, y después
de haber dejado el templo bastante adelantado, fue nombrado párroco de
Buenavista Tomatlán, el 30 de junio de 1964, por el Excmo. Sr. Obispo Victorino
Álvarez Tena, primer Obispo de la Diócesis de Apatzingán.
Con lágrimas en los
ojos aceptó el cambio; es lógico porque estaba identificado por su obra, pero
supo reconocer que la voluntad de Dios, se expresaba en las decisiones del
Obispo, y así, nuestra construcción comenzará la segunda etapa.
El año de 1964,
adquirió nuevos brios nuestra construcción, siempre con ideas nuevas, renovando
los proyectos y con los mismos apoyos, la obra de la construcción, ahora
contaba con toda la energía del Pbro. Luis Gamiño, quien fue nombrado, el 30 de
junio de 1964 quien, además, era el Vicario General de la Diócesis; una ardua
tarea para un hombre incansable.
En noviembre de 1968,
(quién no recuerda este año de contrastes), fue nombrado párroco del Pbro. Abel
García, quien ahora debía continuar con esta ingente obra. Entre los dos
(Gamiño y García), terminaron la cúpula y alcanzaron el aplanado, lo mismo que el
piso, una obra que ya veía un notable avance para estas fechas.
El 30 de abril de
1978, fue nombrado el Pbro. Emiliano Mendoza, párroco de la Asunción, quien dio
continuidad a los trabajos de la construcción, él puso todo su empeño en
culminar los trabajos de la esbelta torre que domina el cielo de Apatzingán.
El período más largo
de esta época fue la del Pbro. Moisés Torreblanca, quien fue nombrado párroco
por casi veintiséis años, su obra la encontramos en el retablo principal y los
altares en las paredes laterales, él fue el constructor de las oficinas de la
parroquia, fue el que inició la librería, (que en este tiempo era el encargado
de la comisión de la evangelización y catequesis en la Diócesis), pero por lo
que más se recuerda, es el buen gusto con el que construyó una enorme cantidad
de capillas en las colonias y comunidades de la parroquia, y otras que comenzó y
que aún quedan por terminar.
Actualmente el Pbro.
Salvador M. González Magaña, párroco desde el 27 de agosto de 2007, se ha
preocupado con su equipo de sacerdotes, de darle continuidad a los trabajos
pastorales existentes y, además, como es lógico, con nuevas ideas y con un
proyecto propio, trata de dar un nuevo impulso a la pastoral parroquial, que se
había venido gestionando en los últimos años.
Se ha dado a la tarea
de remodelar el interior de la Catedral forrando sus muros con cantera. Con
motivo del 50 aniversario de la diócesis inauguró una hermosa cruz atrial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario