En la primera (si es que te das tiempo de leer mis entradas anteriores) los alumnos pertenecían a una comunidad marginada, pero con alumnos sumamente destacados y participativos. Alumnos que, en su mayoría, no habían tenido contacto con las tecnologías, en específico, con el Internet.
En la segunda, casi la mayoría de los adolescentes están en contacto con esta herramienta tecnológica y pertenecen a una comunidad que es cabecera municipal. Los alumnos son poco participativos en estas cuestiones, a diferencia de los otros que se esforzaron por realizar sus trabajos que "habían de presentarse en un blog de internet". Ellos, no. Fueron pocos que se interesaron y que demostraron su interés por destacar más allá del aula de clases.
*A continuación la imagen de la primera escuela.
Fotografía tomada por: Marisol Velázquez |
Los resultados obtenidos en esta práctica no varían en cuanto al pesar de la mayoría de los habitantes de el estado o del país. Pero no ahondaré en las posibles soluciones o hipótesis al respecto. Sólo diré que fue una experiencia satisfactoria y que es muy recomendable para que el docente la aplique con sus alumnos, puesto que si no en todos, al menos en algunos despertará interés por las tareas impuestas, así como su capacidad de asombro.
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