HECHOS, HISTORIA Y SENTIMIENTOS DEL MEXICANO
Se dice que es cosa de los intelectuales
determinar los límites de la reflexión sobre los hechos históricos del mundo, o
que en el caso personal de los no intelectuales se dice que cada cabeza es un
mundo y que en cada mundo hay un sinfín de subjetividades fundamentadas en
conocimientos básicos adquiridos en una institución educativa que no garantiza
la pureza verídica de todos los datos. ¿Cómo va a ser posible un consenso de
ideologías partidarias de la verdad? Y sin embargo, estas divisiones del
conocimiento, sin confundirlas con las de clases sociales, son una de las
tantas características de nuestra anatomía e identidad como mexicanos que me
llevan a postular la siguiente expresión: Divididos pereceremos en el caso
opuesto al conocido proverbio “unidos venceremos”.
Y cómo vamos a ser unidad si desde los
tiempos de la Colonia hasta nuestros días solamente conocemos una marcada
división criminal y lastimera de lo que llaman las clases socioeconómicas del
país. Todo esto como una catapulta a la diferenciación ya tradicional de pobres
y ricos, de blancos e indios, de poderosos y prole, de superior e inferior…Ni
siquiera con la nueva identidad Novohispana donde sólo se cultivaron con éxito
modalidades europeas y se siguieron desapareciendo los pocos rasgos que quedaban de la cultura indígena ayudaron
a disminuir esta herencia de transgresión y marcas de inferioridad para miles
de mexicanos que fueron destinados a ámbitos de agricultura, ganadería,
haciendas; sólo por mencionar las más dignas, cuando en el peor de los casos
siguieron heredando distinciones raciales basadas en un poder impuesto que
hasta la fecha no hemos terminado de acreditar como legítimo en los que se
dicen nuestros servidores gobernantes.
Ramos
(2003) afirma que la cultura es una forma de vida, no sólo como un conjunto de
bienes: ciencia, arte, derecho, filosofía etcétera, sino también como aquello
que hace posible la producción y desaparición de tales bienes. Según dicho
autor, la cultura sólo puede existir por las características psicológicas de quien la produce y, en su perspectiva, el
mexicano crea una neurosis de inferioridad en su producción cultural. De esta
forma, el individuo no se acepta como es y buscar imitar al otro, lo cual produce
frustración debido a la imposibilidad de hacerlo.
Por otra parte, es verdad que también es
justo hablar de que en México existe una gran riqueza y variedad cultural, pero
ante esto se hace necesario la reflexión sobre el por qué existiendo esta
riqueza cultural, existe una pobreza económica tan amplia, o por qué al haber
una gran variedad cultural existen tan pocos cambios que favorezcan la
integridad y dignidad de todos los individuos de este país.
Resulta tan confuso y contradictorio este
panorama antagónico de lo que se profesa en los discursos y lo que sucede todos
los días ante nuestros propios ojos. Por esta razón se afirma que el
inconsciente colectivo de una cultura afecta considerablemente las tomas de
decisiones y el camino sociopolítico que una sociedad escoge. Y cómo no caer en
este síndrome de inferioridad si existen casos de no conocer nuestra propia
historia, y por lo tanto, si no la conocemos, ¿cómo vamos a ser capaces de
aceptarla, de entenderla, analizarla o mínimo de dudar de ella?
Hoy en día nos comparamos con otras
naciones, o mejor dicho, nos comparan, jerarquizan, etiquetan. Para el resto
del mundo somos tercermundistas. Y ¿Para nosotros, qué somos?...Ante los ojos
de nuestra historia, ¿nos auto menospreciamos?
El individuo que no se acepta como es, es
ciertamente inferior en los ámbitos culturales que no le corresponden, ya que
él no se advierte como un sujeto distinto al otro. Oculta sus características particulares
como individuo, lo cual genera una imposibilidad de ubicarse en el mundo, particularmente
en su mundo. Debido a lo anterior, cualquier proyecto llevado a cabo obtendrá resultados
negativos, ya que dichos proyectos son planeados, desarrollados y llevados a
cabo con una mentalidad que no se encuentra acorde a las posibilidades y
necesidades de la población mexicana.
Para reforzar esta idea previa, retomemos
la idea de que México experimenta una problemática social nacida de la
conquista española, la cual creó una psicología sumisa en el proceso de
formación de identidad que afecta directamente su desarrollo como nación en
aspectos culturales, políticos y económicos. Particularmente mencionaremos el
caso de la introducción del sistema neoliberal a México y sus consecuencias
negativas como: el poco progreso político que ha tenido la nación en los
últimos sexenios y el efecto que ha tenido sobre los jóvenes actuales. Para desarrollar
esta idea es pertinente observar a detalle de donde surge la antes mencionada
problemática social mexicana. Uno de los primeros problemas con el cual convive
México es con el conflicto de ser una nación conquistada económica, política y,
sobre todo, culturalmente. Sus problemas sociales comienzan en las dinámicas
culturales que se generaron en el proceso de la conquista y que continuaron
hasta la colonia.
Lo anterior crea un contexto cultural
problemático, ya que existe un problema de identidad que el sincretismo
cultural de la colonia no pudo solucionar. Los mexicanos de ese entonces se
sienten confundidos entre indígenas y españoles, representa al indio de forma
emocional y victimizada pero al mismo tiempo son conscientes de que la mayoría
de dicha población murió defendiendo su cultura. Al presentarse como un pueblo
sumiso y conquistado, México se definió como un país incapaz de gobernarse por
sí sólo y necesitado de ayuda.
O en el caso de la instauración de una
República Democrática, el sistema democrático del neoliberalismo fortalece sociedades
diversificadas en donde los intereses no se encuentran centralizados, lo cual
genera la nula clasificación de problemas. Esto origina la dificultad para encontrar
soluciones a los problemas del país. Así, dichas sociedades generan altos
niveles de desintegración lo cual causa problemas de unidad y unificación de perspectivas
para la sociedad. Justo esta descentralización fue lo que sucedió en México al
introducir el modelo neoliberal, debilitando y dividiendo a la sociedad como lo
está en nuestros días.
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