FASE 1: Internamiento en el campo
Los vivos viven para morir y los muertos mueren para
vivir en paz. ¿Cuál es la única opción en la vida de un condenado a muerte que
sólo espera el momento exacto de terminar con una vida colmada de sufrimientos
físicos, morales y espirituales?
El Dr. Vícktor Frankl desde un enfoque psicoanalítico
describe e internaliza en los distintos cambios conductuales que se van
manifestando a lo largo de los días dentro de los campos de concentración.
Enuncia las condiciones inhumanas anormales y las transformaciones en que los
sujetos prisioneros y esclavos de las facetas que también pueden ser capaces
los seres humanos de mostrar entre sí para imponer su egolatría ante otros
hombres y de creer dominar el destino de éstos cual si fuesen dioses para
decidir cuándo, cómo , por qué y para qué privar de la vida a alguien que bajo
esas condiciones de existencia ya anhelaba la muerte más que seguir viviendo
minuto a minuto el dolor y el sufrimiento en sus cuerpos, siendo aún aquellas
mentes de estos seres las que conservaban aún un poco de congruencia con lo que
se denomina realidad y dignidad humana.
Señalado esto, la primera fase se sintetiza en la llegada
de los prisioneros a los campos de concentración alemanes. Prisioneros
denominados o mejor dicho, marcados como judíos de raza inferior, peligrosos
seres de rapiña que pretendían dominar el mundo y privar a los Arios de su
tierra sagrada, según las ideologías infundidas y hasta impuestas por los
oradores políticos nazi a una masa de ciudadanos alemanes en los que generaron un
odio que después se convirtió en pasión para algunos por aniquilar de manera
atroz a los llamados judíos que ingresaban a los campos de concentración tal y
como los que se mencionan en esta primera fase en la que los prisioneros
experimentaban una sensación de shock en la que los invadía una incertidumbre
por no saber casi nada al respecto de para lo que estaban destinados.
En estos primeros días las personas que llegaban a los
campos de concentración inmediatamente eran clasificados, despojados de sus pocas
pertenencias materiales y hasta de rasurados para no dejar siquiera un solo
cabello en su cuerpo. Eran examinados y enviados a salas de baño de las cuales
se pensaba que serían las cámaras de gases para su pronta aniquilación. Fueron
diversas las emociones que se fueron dando en las personas durante estos
primeros días. Entre ellos aún se veían como personas, pero para los nazis sólo
eran un número más a la espera de un trabajo infrahumano o la muerte asegurada.
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