LA SEXUALIDAD Y EL EMBARAZO
Freud relaciona casi
todos los problemas humanos con la sexualidad.
La «no
reconciliación» con la propia feminidad subyace en la mayoría de los trastornos
menstruales y en muchos otros síntomas del campo sexual. La entrega, la adaptabilidad,
siempre es difícil para el ser humano, exige renuncia a la propia voluntad, al
yo, al predominio del ego. Uno tiene que sacrificar algo de su ego, una parte
de sí, y esto es lo que la menstruación exige de la mujer. Porque, con la
sangre, la mujer sacrifica una parte de su fuerza vital. La regla es un pequeño
embarazo y un pequeño parto. Y, en la medida en que una mujer no esté conforme
con esta «regla», se producirán trastornos y dolencias menstruales. Éstos
indican que una parte de la mujer (por lo general, inconscientemente) se rebela
ya sea a la regla, al sexo o al hombre, o a todo ello.
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