LA SOMBRA
• Llamamos sombra (en la acepción que da a
la palabra C. G. Jung) a la suma de todas las facetas de la realidad que el
individuo no reconoce o no quiere reconocer en sí y que, por consiguiente,
descarta. La sombra es el mayor enemigo del ser humano: la tiene y no sabe que
la tiene, ni la conoce. La sombra hace que todos los propósitos y los afanes
del ser humano le reporten, en última instancia, lo contrario de lo que él
perseguía.
• El evitar en forma estricta un aspecto
de la realidad indica que el individuo tiene un problema con él. Los campos
interesantes e importantes para un ser humano son aquellos que él combate y
repudia, porque los echa de menos en su conciencia y le hacen incompleto. A un
ser humano sólo pueden molestarle los principios del exterior que no ha
asumido.
• En este punto de nuestras
consideraciones, debe haber quedado claro que no hay un entorno que nos marque,
nos moldee, influya en nosotros o nos haga enfermar: el entorno hace las veces
de espejo en el que sólo nos vemos a nosotros mismos y también, desde luego y
muy especialmente, a nuestra sombra a la que no podemos ver en nosotros.
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