Sus principales barreras para su
desarrollo fueron básicamente dos: las técnicas rudimentarias con las que se
trabajaba y las prohibiciones de algunos cultivos, reduciéndose a algunos
cultivos permitidos: maíz, papa, frijol. En lo que respecta a la industria,
encontramos que casi estuvo ausente, por lo que quedaron relegadas a los
talleres artesanales y obrajes. El primer tipo de producción estaba orientado
al autoconsumo, el segundo tenía cierto mercado interno limitado a pequeñas
regiones. Se tuvieron que ensayar formas nuevas de administración y recaudación
fiscal, lo cual fue una política.
Con las nuevas teorías económicas
implantadas por los borbones que intentaban eliminar las formas de monopolios
reales y particulares, donde trataban de favorecer un comercio sin tantos
obstáculos., esto por beneficiar a unos cuantos y provocar que esto se
degenerara en un sistema corrupto, favoreciendo el contrabando.
Uno de los objetos de las
reformas borbónicas era contar con mano de obra numerosa, bien distribuida, con
poblaciones conectadas por mejores caminos que favoreciera su control e
impulsara el comercio y las actividades económicas, con puertos cada vez más
abiertos al comercio mundial; para esto se debía garantizar la salud de la
población, lo cual era indispensable para el buen cobro de los impuestos.
Una sociedad enfocada a la
producción y bien poblada, es decir en buenas condiciones de salud y mejor
alimentada, necesitaba de aplicar algunas medidas como: crear trabajos, aumento
de salarios, mejoras en el trato a trabajadores, mejores condiciones
sanitarias, prevención de epidemias; lo cual en una sociedad de antiguo régimen
era difícil de conseguir, dando una imagen de utópicas a las reformas.
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