Resulta este un tema bastante sensible y delicado a la vez.
Si bien es cierto que uno como profesor no podría arriesgar la vida de un estudiante al pedirle que llevase a cabo una investigación sobre un tema como este, la verdad sea dicha es que, al menos en la comunidad donde trabajo, el ser parte de un grupo de autodefensa o de policía comunitaria, o inclusive de la delincuencia es una realidad que alcanza también a los alumnos de nivel básico.
Debo decir que no quería abordar el tema puesto que en el municipio donde laboro no había tenido presencia el fenómeno de las llamadas autodefensas, que se entiende, son grupos de civiles que se han armado en el afán de erradicar la delincuencia en todas sus vertientes de los lugares donde están avencindados.
Cansados de extorsiones, cuotas, cobros de piso, violaciones a las mujeres, de no tener libre tránsito, diversos grupos ciudadanos han decidido buscar la manera de hacer frente al problema poque incluso, el gobierno tanto municipal, estatal y federal, han fracasado en brindar ese derecho primordial que es la seguridad.
En fin, una vez que los grupos de autodefensa arribaron a este municipio de Peribán de Ramos, y que inclusive hicieron parada fuera de la escuela donde trabajo teniendo contacto directo con los alumnos y creando un clima de incertidumbre y zozobra, al menos por unos días, ha sido que decidí tocar el tema, si bien no de una manera tan profunda, pero tampoco quise dejarlo pasar por alto, porque al menos en Michoacán, es un fenómeno que está ya en nuestra vida cotidiana, seamos del estrato social que seamos e independientemente de nuestra ocupación o edad a diario estamos expuestos a él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario