Los embarazos en la adolescencia son tema de preocupación porque entrañan un conjunto de complicaciones para la madre, el padre y para el mismo bebe. Antes de analizar esta situación, sus efectos personales y sociales así como las formas de prevención, se analizará dos conceptos importantes: la maternidad y la paternidad.
Hasta hace pocos años se consideraba la maternidad como la principal misión de la mujer, sin la cual no estaba completa. Ahora se reconoce que puede ser completamente plena y feliz sin tener hijos(as). Por su parte, la paternidad implica necesariamente un compromiso y una responsabilidad asumida voluntariamente. Un hombre puede engendrar hijos, pero no reconocer que son suyos y por tanto evitar toda responsabilidad económica, jurídica y moral, aunque existen pruebas para comprobar la paternidad.
Cada pareja tiene distintas formas de ver la maternidad y la paternidad:
- Para algunas mujeres, tener hijos es parte de su proyecto de vida y viven plenamente su maternidad.
- Existen mujeres que desean ser madres y parejas que no pueden por alguna dificultad biológica.
- Muchas mujeres, hombres y parejas no desean tener hijos(as).
Reconocer esta diversidad de concepciones rompe algunos prejuicios de género. Ademas, permite prevenir embarazos no deseados que pueden poner en riesgo la vida de la madre o bien hacer infeliz a un niño(a) que crecerá, muy probablemente, sin amor, en condiciones de maltrato, abandono y explotación.
La maternidad y la paternidad responsables incluyen un conjunto de compromisos en la gestación y crianza de una nueva vida, los cuales repercuten en la vida cotidiana de la madre y del padre, no importa la edad que tenga o si ya tienen hijos.
Cada embarazo, cada nacimiento, implica responsabilidades para el padre y la madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario