jueves, 6 de marzo de 2014

VALORES... PARA UNA EDUCACIÓN EMPRENDEDORA, LILIA GARCÍA MERCADO.


VALORES PARA UNA EDUCACIÓN EMPRENDEDORA
 

 

        Hoy en día, necesitamos una educación, impartida por todos los sectores de la sociedad, que forme jóvenes emprendedores y no seres pasivos que vivan en una sumisión antipersonal.

         Toda vida y empresa humana tienen permanencia y éxito gracias a una serie de valores que rigen su actividad. (Roberto.  Servitje)

         Es necesario que en toda Institución se enseñen y promuevan los valores humanos para aspirar a una vida de mayor calidad y trascendencia. Por el contrario, la ausencia de valores hace patentes los vicios en la sociedad.

         He aquí algunos valores necesarios para una educación emprendedora:

HONESTIDAD: La integridad el hombre se mide por su conducta, no por su profesión (Juvenal). La educación tiene que estar orientada a formar jóvenes con rectitud de vida, es decir, jóvenes que vivan en conformidad con los verdaderos principios o la sana razón. “Quien no transa, no avanza”, reza una frase popular, pero, lamentablemente, es la filosofía y el modo de actuar de muchos. La honestidad de los jóvenes empieza con la honestidad de todos aquellos que tienen la misión de educar: padres, maestros, etc.

RESPONSABILIDAD: El precio de la grandeza es la responsabilidad. La educación debe ayudar a la persona a vivir bien una libertad responsable. El joven tiene que sumir las consecuencias de sus actos con madurez, y, para lograr esto, la responsabilidad les ayuda a toar las decisiones adecuadas y a llevar las empresas encomendadas.

LIDERAZGO: He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguid el éxito. (Michael Jordán). Necesitamos jóvenes que posean una gran capacidad de comunicación y que orienten sus expectativas hacia metas altas; jóvenes con una habilidad necesaria para crecer ellos mismos y contribuir al crecimiento de los demás. La educación debe favorecer que los jóvenes pongan y desarrollen su carisma personal al servicio de la sociedad, es decir, sean líderes, que tomando en cuenta los valores morales, influyan positivamente en la historia de la humanidad, realizando todas las acciones posibles en favor de la persona humana.

ESPÍRITU EMPRENDEDOR: Los hombres emprendedores se caracterizan  por ser personas con una gran motivación al momento de emprender una acción; y no sólo son personas motivadas sino motivadoras, es decir, saben contagiar a los demás de ese impulso e ímpetu para lograr algún determinado objetivo. También se caracterizan por saber aprovechar el momento oportuno para actuar, aunque todo esté en contra. El emprendedor tiene fuerza interna que afronta con ánimo cualquier obstáculo, e incluso, cualquier fracaso.

INNOVACIÓN: Lo importante es no dejar de hacerse preguntas (Albert Einstein). Una persona innovadora posee agudo sentido de la sorpresa, por lo que se le facilita agregar cosas nuevas a lo establecido. Pero no se queda solo con el mero aporte de nuevas ideas, sino que las lleva al campo de lo real. La frase “Innovar o morir” describe a quien ha sido educado a emplear su creatividad para que las cosas y las Instituciones sirvan con mayor calidad a la humanidad.


 

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