martes, 4 de marzo de 2014

...de Reformas Estructurales y Autodefensas. Reforma en Competencia Económica.

En el mismo tenor de la reforma en telecomunicaciones, la de competencia ecónomica, busca, al menos en el discurso, abatir combatir la concentración de poder y capital en pocas manos o los monopolios como comúnmente los conocemos. Sin embargo, el sector político de izquierda en el país ha advertido que esta reforma pondrá en riesgo los avances de los últimos 20 años en cuestión del combate a los monopolios.

El Presidente Enrique Peña Nieto enviará al Congreso de la Unión la iniciativa de reforma a la ley secundaria que prácticamente creará una nueva Ley Federal de Competencia Económica, la cual tiene el objetivo de prevenir la concentración comercial, eliminar las prácticas monopólicas y promover el funcionamiento eficiente del mercado.

Pese a las expectativas generadas (como todas las demáss reformas), políticos identificados con el sector de izquierda han alertado sobre algunos visos de que la iniciativa en realidad favorecería la consolidación de estos monopolios y concentraciones de capital.

De acuerdo a una entrevista con el senador del PRD, Armando Ríos Piter, según el análisis llevado a cabo por el de los borradores de la iniciativa se pone en riesgo el poco avance que el país ha tenido en materia de combate a los monopolios.

Lo paradójico del asunto, según la senadora Dolores Padierna es que el gobierno ha contribuído a convertir lo que antes eran monopolios del estado en monopolios privados.

Como ejemplo citó a las instituciones bancarias extranjeras, tiendas de autoservicio como Wal Mart, las compañías refresqueras y a las empresas extranjeras que han adquirido a las cerveceras mexicanas.


Foto: Cuartoscuro


El pesimismo de los senadores radica en que a lo largo de los últimos treinta años han crecido este tipo de prácticas y la concentración de capitales en unas cuantas manos en el país, para esto como muestra un botón: los hombres más ricos del país están vinculados a prácticas que llevan a un alto nivel de concentración de capital.

Ejemplo de esto es que la riqueza del segundo hombre más acaudalado del mundo, Carlos Slim, parte de la concentración en el sector telefónico de México; o la Emilio Azcárraga Jean (Grupo Televisa) y Ricardo Salinas Pliego (Televisión Azteca) se genera porque sus empresas acaparan el 90 por ciento del mercado de radiodifusión. Lo mismo sucede en el caso de Alberto Bailleres, presidente de Grupo Bal, conglomerado que incluye negocios en los sectores de comercio, minería, metalurgia, seguros y finanzas; entre otros. Su preocupación pareciera estar sustentada, en la medida en que los propios agentes comerciales podrían presionar al Ejecutivo para disminuir los alcances y la fortaleza de la Comisión Federal de Competencia.

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