domingo, 8 de septiembre de 2013

"LA SAL"

Les presento el que es, sin duda el elemento básico de la cocina. Se trata del potenciador de sabor más utilizado: la sal. Este condimento tiene la peculiaridad de que, al mezclarlo con cualquier ingrediente de manera justa, realza el sabor y marca toda la diferencia en un plato. Existen dos tipos básicos: la sal de mina o roca, difícil de disolver y de sabor fuerte, y la de mar, que se obtiene de forma natural por la evaporación del agua marina provocada por el sol y el viento. No sólo es el aditivo más antiguo usado en cocina y uno de los pilares de la gastronomía de casi cualquier cultura, sino que también se ha usado como conservador y como moneda. Desempeña una función reguladora esencial en el organismo, que consiste en mantener el volumen de líquido extracelular. Aunque el consumo es necesario además de saludable, es fácil abusar de ella, por lo que se recomienda no consumir más de 4 gramos al día. EL ABUSO TIENE CONSECUENCIAS: Después La sal de mesa (cloruro sódico) contiene un 40% de sodio y un 60% de cloro, pero no es nuestra única fuente de sodio. Durante el proceso de fabricación, la sal que se añade a los alimentos industriales –conservantes y colorantes- supone el 70% de la ingesta. Según las investigaciones del doctor Saman Fahimi, de la Escuela de Salud Pública de Harvard (EE. UU.), el 75% de la población mundial consume el doble de sodio de lo recomendado. Las estadísticas arrojan datos extraídos del Estudio de la Carga Global de Enfermedades. de la última normativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja no tomar más de 2 gramos de sodio al día (el equivalente a 5 gramos de sal, es decir, una cucharadita), varios estudios presentados en una de las sesiones científicas de la Academia Americana del Corazón (AHA) alertan esta semana de que todos los países del mundo (excepcto Kenia) superan las recomendaciones sobre el consumo diario de sal.

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