miércoles, 23 de octubre de 2013

ERECCIÓN DE LA PARROQUIA DE TEPALCATEPEC
Primera Parte


La primer parroquia de la diócesis y sin duda una de las primeras parroquias de la diócesis de Michoacán y, más aún, una de las primeras del continente atendida por el clero secular.
Una vez iniciado el nuevo sistema de gobierno en esta Nueva España, el primer virrey, don Antonio de Mendoza, preocupado por la salud espiritual de esta región, pidió a los agustinos, llegados en 1533 que se encargaran de la evangelización de esta tierra “que es la peor de la Nueva España” por su calidez. Así fundaron Tiripetío en 1537 y desde allí bajaron a Tierra Caliente por Tacámbaro por encargo de Juan de Oñate, encomendero de dicha región. En 1547 se enviaron los primeros evangelizadores a estas tierras por el superior provincial fray Juan de Median Rincón.

Pero no será sino hasta el año de 1552 que estas tierras que caminaban en tinieblas vieron por fin la Luz. Un Heraldo llamado Francisco de Villafuerte con sólo 29 años de edad “quien administró casi toda la Costa del Sur, faldas de la Gran Sierra, y la Tierra Caliente. En su continuo movimiento fundó mapas de quinientos entre pueblos y visitas, en todos levantó iglesias y edificó casas para los ministros, que con el tiempo se fueron poco a poco construyendo.


 En el año de 1553, vino en su ayuda Fray Juan Bautista Moya ocupándose de la parte este y fundó las doctrinas de Nocupétaro, Turicato, Cutzio, Sirándaro, la Huacana, Purungueo, Urecho, Santa Clara y Ario. Mientras que nuestro evangelizador fundó las de Tepalcatepec en 1552, y posteriormente, Pinzándaro, Maquilí, Pómaro, hasta Colima y Caxitlán.

Salamandra de aquellos hornos, en donde para más abrasarse omitió el sombrero y no usó zapatos para sentir por los pies las brasas de la tierra y por la cabeza las llamas del sol, su alimento era de tamales y maíz tostado, su hábito de jerga muy gruesa y grosera, para así con lo grueso sentir con más fuerza los calores de la tierra caliente y con lo grosero lastimar las partes del cuerpo, a donde no llegaban los rayos del sol y silicios ocultos.


Con la visita de su provincial, Fray Juan de Medina Rincón en el año de 1566, notó que algunos frailes buscaban alivio para poder tolerar los sumos calores, y como alivio era aligerándose algunos ratos de las capillas, fue tanta la fuerza que le hizo este celoso fraile, que trató de renunciar luego las administraciones de Tierra Caliente” y así salieron, en 1567, los agustinos de nuestra región. Fray Francisco de Villafuerte fue enviado a predicar a Pátzcuaro donde murió el año de 1575 y fue sepultado en la iglesia en el altar de San Nicolás de Pátzcuaro. Y de esta manera se secularizaron las misiones agustinas creándose nuevas parroquias.



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