viernes, 18 de octubre de 2013

SEÑOR DEL ENCINO

 
 
 
 
 
 
El hallazgo del Señor del Encino se ubica en el año de 1747, por Darío Moya. Según su tradición oral, se cuenta que Don Darío Moya era un alcohólico consuetudinario aficionado a las apuestas y al juego de la baraja, y que bajo los efectos del licor que bebía en abundancia, daba muy mal trato a su sufrida esposa.
 
Solía ir en busca de sus compañeros de parranda a los ranchos de Las Mesas.Los Sayates, Agua Colorada y Palo Gacho, y al volver a su casa tenía que descender de La Mesa hacia los Ocotes de Moya, por una vereda que pasaba debajo de un viejo encino, una de cuyas ramas le tumbaba el sombrero.
 
Fastidiado por el repetido incidente, determinó cortar la rama pensando que al venir tomado podría su frente dar contra ella y caer de cuerpo entero al suelo.  Trajo pues de su casa el hacha, subió al encino y al descopetar la rama se encontró con algo extraordinario:
La figura de un Cristo crucificado.
Inmediatamente llamó a los vecinos, quienes lo ayudaron a cortar ramas hasta dar con la imagen.
 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 



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