EL CLERO CALETANO DURANTE LA
INDEPENDENCIA
Durante la segunda mitad del
siglo XVIII estuvieron llegando a la Nueva España las ideas de la Ilustración,
de moda en Europa. En Michoacán el entonces deán de la Catedral de Morelia y
futuro obispo de Quito, don José Pérez Calama entonces gobernador interino de
la diócesis, junto con el tesorero de la catedral, dos canónigos y 24 socios
más se inscribieron en la “Sociedad Vascongada de Amigos del País” en 1780,
y para 1783 se inscribieron 27 nuevos
socios, de la que recibieron no sólo ideas filosóficas sino de agricultura,
ganadería, en fin, de la ciencia del tiempo, mismos que propusieron a su
llegada a Fray Antonio de San Miguel Iglesias. Ellos llevaron a cabo dichas
ideas con la construcción de canales de riego en el Bajío y en el Valle de
Apatzingán para hacer frente a la crisis agrícola del tiempo, y, en fin a la
crisis alimentaria. Tal proyecto trajo problemas en el cabildo eclesiástico de
Catedral y se dividieron en dos grupos, pero ante los buenos resultados
obtenidos tuvieron que ceder y el florecimiento de las “nuevas ideas” comenzó
el auge.
El problema se reavivó cuando en
1789 estalló la “Revolución Francesa” y se comenzaron a ver dichas “ideas” como
una amenaza contra la paz y la Inquisición comenzó a prohibir libros, sin
embargo el obispo estaba convencido de ello y llevó a cabo una renovación de la
formación en el Colegio de San Nicolás y en el Seminario Tridentino de
Valladolid, y, más aun, tomó un proyecto de gobierno que editó en un documento
de 29 fojas que llevaba el título de Instrucción Pastoral... que dirigió a
todos los miembros de la Iglesia secular en Michoacán, con el que pretendía
llevar a cabo la reforma en materia de disciplina eclesiástica y de moral
dirigido al cuidado de la moral y a la adopción de actitudes
político-temporales. Para ello creo las “conferencias semanarias” en las que
todos los clérigos debían reunirse todos los jueves para recibir instrucción,
asimismo el seminario debía renovar su método de enseñanza encargado a don
Miguel Hidalgo rector del Colegio de San Nicolás. Estas conferencias
seguramente sirvieron para que los eclesiásticos intercambiaran ideas sobre los
sucesos en Europa: La Revolución Francesa, la invasión de Napoleón a España,
etc.
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