miércoles, 23 de octubre de 2013

ERECCIÓN DE LA PARROQUIA DE PINZÁNDARO



Fundado en 1552 por Fray Francisco de Villafuerte(OSA) con el nombre de San Juan Pinzándaro al mismo tiempo que Tepalcatepec y Colima.
El templo era de una sola nave construido desde sus cimientos con piedra volcánica que se trajo desde el cerro del Azufre, localizado como a cuatro leguas, por el punto del oriente. También contó con un hospital dedicado a la Inmaculada Concepción, una vez retirados los Agustinos de estas tierras, se hizo cargo de la misma Tepalcatepec, para ser fundada como segunda parroquia de esta diócesis por el año de 1609 (probablemente) con la desaparición de Arimao (1608) al pie del río del mismo nombre, que a causa de una epidemia fue decretada su desaparición y todos los objetos fueron llevados al templo de Pinzándaro, (Con la desaparición de este pueblo también el río cambia su nombre por el de Río Tepalcatepec) y su primer párroco fue don Francisco Patiño de Herrera “de 50 años de edad y nieto de conquistadores que lo fueron de la Nueva Galicia y pobladores de esta Nueva España, de que tiene en vuestro Real Consejo; muy gran lengua y ministro” Teniendo como límites con la parroquia de Tepalcatepec y río Arimao (hoy Tepalcatepec) contando con algunas comunidades como Huisto, Collendo, Chupi río, Tanga acato.



Con el arribo del obispo Marcos Ramírez de Prado el 19 de noviembre de 1640, el nuevo obispo de Michoacán hizo una nueva reforma del obispado para una mejor administración, tomándose ésta parroquia como centro a donde debían llegar los diezmos de todo el Valle, ello no s habla de la fortaleza que alcanzó la parroquia. Además alcanzó el título de Villa única población de Tierra Caliente que alcanzó este título.

Para el año de 1648 en pleno apogeo hubo una peste en toda la región, en la que Pinzándaro fue muy golpeado y todavía más al año siguiente, aunado a ésta, un ciclón azotó a la comunidad destruyendo los trapiches y causando destrucción y muerte, sin embargo para el año de 1792 era el pueblo más grande de toda la Tierra caliente con 493 habitantes (Apatzingán tenía 301).



Durante la época de la independencia muchos moradores de estas tierras, ante la inestabilidad de la Región huyeron hacia lugares menos riesgosos, aquí comienza la decadencia  de Pinzándaro que como parroquia todavía aparece en el año de 1863 como perteneciente a la nueva diócesis de Zamora pero una nueva epidemia surgida en el último cuarto del siglo XIX  en los que terminó por casi aniquilarla en los años subsiguientes, debido, sobre todo, a la migración. Esta parroquia desaparece definitivamente en los primeros años del siglo XX.

Esta comunidad resurgió a partir de la repartición de tierras, expropiadas a antiguos terratenientes durante los años 50´s y tendrá su configuración en la siguiente década gracias a la pastoral de los párrocos, en este caso los sacerdotes estuvieron muy atentos al desarrollo creando una pequeña capilla “desechable” (de madera, regalada en Dos Aguas) atendida desde Buenavista poco a poco se motivó a los fieles para la creación de una capilla de material lo que causó un acercamiento más fuerte, e inclusive ayudó a crear conciencia de comunidad en torno a un mismo objetivo y con la ayuda de los sacerdotes.


Con los años, y ante el crecimiento de la población, se fue haciendo cada vez más difícil la atención pastoral que se presentaba cada vez más fuerte. Así en el año de 1963 se creó como Vicaria fija. Con el crecimiento de la comunidad y ante los retos que se presentaban, el Sr. Obispo decidió la creación de la parroquia en Pinzándaro, dedicada a “San Martín de Porres” que tiene su fiesta el 3 de Noviembre.

Actualmente el párroco Héctor Martínez trabaja fuertemente por restaurar los valores humanos y cristianos, creando conciencia de comunidad parroquial y formando nuevos líderes que den respuesta a las necesidades de nuestro tiempo.

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