MISIONEROS EN TIERRA CALIENTE

Fueron siete los primeros agustinos que vinieron a la Nueva España en 1533, pero como su número crecía, el virrey  de Mendoza, les pidió que entrasen primero en Michoacán y Tierra Caliente, donde eran pocos los misioneros. Don Juan de Alvarado les ofreció a su vez su encomienda de Tiripetío para que allí comenzasen su labor apostólica y desde allí penetraran en Tierra Caliente. 

Hacia 1538 dos padres agustinos, con la generosa protección del capitán Cristóbal de Oñate, encomendero de la doctrina de Tacámbaro, los invitó para que ocuparan su puesto en aquella zona, misma que a los dos años (1540) fue priorato y centro de las visitas de Tierra Caliente e incluía la región costera.

Los más insignes misioneros de Tierra Caliente fueron Fr. Francisco Villafuerte y Fr. Juan Bautista Moya. Sólo 29 años (1538-1567) trabajaron acá los agustinos, pues su provincial Fr. Juan Medina Rincón no toleraba que sus religiosos, en las horas de más calor, se aligerasen de ropa (se les exigía demasiado dado el intenso calor, además la ropa de los frailes era demasiado gruesa para las temperaturas de nuestra región).

En este tiempo las principales casas, creadas por los agustinos, en esta “Tierra Caliente” fueron fundadas por Francisco de Villafuerte, quien fundó en 1552 las doctrinas de Tepalcatepec y Pinzándaro, se afirma que este insigne evangelizador “decidió realizar sus recorridos descalzo y sin sombrero, con hábito de jerga muy gruesa y grosera para así con lo grueso sentir con más fuerza los calores de Tierra Caliente y con lo grosero lastimar las partes del cuerpo, a donde no llegaban los rayos del sol y silicios ocultos”. 

A este le acompañó Fr. Juan Bautista Moya quien llegó hacia 1553, quien tenía una gran fama de santidad y taumaturgo quien evangelizó la zona oriente de la costa y la Tierra Caliente entre otros Nocupétaro, Turicato, Cutzio, Huacana, Urecho, Santa Clara, Ario, etc. 

Estuvieron juntos hasta el año de 1566 cuando por mandato del Reverendo Padre Provincial son retirados. Durante este tiempo se fundaron muchas iglesias y conventos, se afirma que no hubo rincón de esta tierra en que no fuera anunciado el Evangelio. Fray Juan Bautista Moya fue llamado a Valladolid donde murió.

Medina Rincón, manda llamar a fray Francisco de Villafuerte a Pátzcuaro al tener noticias de su estado de salud en la Tierra Caliente, además debido a su debilidad muere el año de 1575, sepultado en el altar de la iglesia de San Nicolás de Pátzcuaro.